El éxito en Sevilla de Cartuja, distrito tecnológico donde tiene lugar Al Andalus Innovation Venture, con 4.850 millones de facturación anual

Javier López-Cuervo Villanueva

Al Andalus Innovation Venture se celebra en el área urbana de Sevilla más relevante como centro del emprendimiento de alto nivel: el Parque Científico Tecnológico Cartuja. A solo 10 minutos de distancia andando respecto al casco antiguo monumental de la capital andaluza, Cartuja es el parque de innovación más importante de España en términos de número de empresas establecidas (567), número de profesionales que tienen ahí su puesto de trabajo (más de 29.000) y facturación anual que suman las compañías radicadas: 4.850 millones de euros en 2023, un 8% más que el año anterior.

El reaprovechamiento y transformación de la zona de la ciudad en la que se erigió la Exposición Universal de 1992 es un formidable caso de éxito y de emprendimiento. Porque fueron tanto empresarios sevillanos como profesores de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Sevilla con sus ‘spin offs’ quienes hace 30 años dieron el paso para empezar a hacer realidad el horizonte de constituir en la capital andaluza un área empresarial de innovación con potencial de escalabilidad e internacionalización. Ayesa, Inerco, Isotrol, Anafocus, Alter Technology, entre otras, lideraron ese reto y hoy en día son compañías mucho más grandes y con dimensión global, en sectores como infraestructuras, digitalización, sostenibilidad ambiental, energías renovables, microelectrónica y espacio.

Con ese ejemplo a seguir, la nueva era de empresas tecnológicas sevillanas ha cogido desde Cartuja el relevo con similar motivación. Cabe destacar, por ejemplo, a Woodswallow, especializada en hardware y firmware de sistemas embebidos y productos IoT; y a Skylife, que empezó enfocada en aviónica y ha ampliado su capacidad de crear soluciones para la industria 4.0, la simulación virtual y la localización en interiores.

En Cartuja hay también incubadoras y aceleradoras de startups. La de más larga trayectoria es El Cubo, de Andalucía Open Future, iniciativa impulsada por Telefónica y Junta de Andalucía, que se va a ver reforzada con la implicación del Ayuntamiento de Sevilla para intensificar su capacidad de ser cantera de empresas emergentes.

Por otro lado, la Tecnoincubadora Marie Curie, gestionada por la dirección del parque científico y tecnológico, que está favoreciendo el desarrollo de startups como 4i, de inteligencia artificial aplicada a la interacción entre personas y máquinas, o como Duponte, cuyo software de automatización para el análisis de variantes patogénicas y farmacogenómicas está reduciendo notablemente el tiempo para la toma de decisiones clínicas en la atención médica y farmacéutica.

En solo un año, según los datos del equipo de dirección del PCT Cartuja, la inversión en I+D por parte del conjunto de empresas y centros de investigación ha aumentado un 109%, desde los 225 millones de euros en 2022 a subir hasta 460 millones en 2023. En Cartuja están algunos de los mejores centros científicos españoles en sus respectivas especialidades, como el Instituto de Ciencia de Materiales, el Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regerativa (Cabimer), la Estación Biológica de Doñana o el Centro Nacional de Aceleradores, entre otros.

Grandes multinacionales se han asentado en el PCT Cartuja para desarrollar innovación. Como la farmacéutica norteamericana Bristol Myers-Squibb, que tiene su único centro de I+D+i fuera de Estados Unidos para crear medicamentos y terapias en enfermedades graves como las oncológicas.

En el PCT Cartuja está normalizada la confluencia de emprendimientos tan diversos como los de grupos de investigación que son líderes a nivel internacional, entre otros el de creación de robótica aplicada a los sistemas de control de los vehículos aéreos no tripulados, conocidos popularmente como drones. Fundado y dirigido por Aníbal Ollero, encabeza proyectos del máximo rango de innovación establecido por la Comisión Europea. Y, por otro lado, empresas enfocadas al sector consumo como Scalpers, de moda y complementos, que tiene su sede central en el PCT Cartuja y que ha puesto en marcha la construcción de un edificio de cinco plantas, con una superficie útil de 4.700 metros cuadrados, desde el que potenciará su capacidad innovadora para avanzar en los campos de la moda sostenible y la tecnología textil.