Agrin’pulse, robótica autónoma para el sector agrícola
Agrin’pulse es una compañía que desarrolla robótica autónoma para el sector agrícola. Su primer producto, el AG-X, es un vehículo 100% eléctrico con orugas capaz de automatizar múltiples tareas que hoy se realizan con tractor: transporte de carga, pulverizado, desbroce, aplicación de herbicidas, en general todo lo que sea acarreo de aperos. Así, se enfoca en sustituir el tractor en trabajos repetitivos y poco eficientes, con una solución autónoma, versátil y adaptada al terreno agrícola.
¿Cuál es el valor diferencial que tiene tu startup?
A diferencia de otras soluciones centradas en agricultura de precisión o grandes inversiones, el AG-X está diseñado desde y para el campo real. Es un robot robusto, simple de operar y pensado para tareas repetitivas. Lo desarrollamos escuchando a agricultores y adaptándolo a sus necesidades, no al revés. Todo ello a un precio competitivo y asequible para el agricultor.
¿Quiénes formáis la empresa, equipo fundador?
Somos Pau Palau (CEO), ingeniero electrónico industrial con raíces agrícolas, y Jordi (CFO), ingeniero naval, con experiencia previa en startups y gestión financiera. Recientemente, se ha incorporado al equipo un ingeniero especializado en robótica, un responsable de marketing con enfoque en el sector agro y tenemos apoyo tanto en la parte administrativa como en la gestión de personas. Además, hemos empezado a colaborar con universidades y centros de formación para incorporar talento joven a través de prácticas, consolidando un equipo técnico y humano comprometido con el futuro del campo.
¿Puedes explicarnos brevemente vuestro modelo de negocio?
Nuestro objetivo es vender el AG-X principalmente a través de distribuidores del sector agrícola. Apostamos por este canal por su experiencia, red de contactos, participación activa en ferias y, sobre todo, por su capacidad de ofrecer un servicio postventa de calidad. Los talleres locales y la asistencia técnica cercana son clave para ganarnos la confianza del agricultor. Complementamos este modelo con venta directa en casos estratégicos, acompañada siempre de formación y soporte.
¿Cuál es la mayor dificultad que os habéis encontrado en vuestra andadura
La mayor barrera ha sido romper la desconfianza inicial del sector agrícola hacia la tecnología. Aunque la necesidad está clara, muchos agricultores dudan de que algo autónomo funcione en su entorno. Por eso hemos trabajado muy cerca del usuario desde el inicio, validando en campo cada paso.
¿Cuál es tu objetivo y el de la empresa de cara al público y a la sociedad?
Queremos aligerar la carga del agricultor, dignificar su trabajo y hacer más atractiva la vida en el campo. Buscamos que las explotaciones sean más sostenibles, eficientes y resilientes, contribuyendo a un modelo agrícola con futuro.
¿Qué esperas obtener en Al Andalus Innovation Venture?
Buscamos visibilidad, contactos con el ecosistema agro, posibles clientes y colaboradores, así como interés de inversores que crean en la tecnología como motor del sector primario. También queremos compartir experiencias y aprender de otros proyectos comprometidos con el cambio en el campo.
¿Qué recomendación le darías a un emprendedor que está poniendo en marcha su empresa?
Que escuche al cliente desde el minuto uno y que no tenga miedo a ensuciarse las manos. En el agro, la validación en campo vale más que cualquier power point. Y, sobre todo: que lance y pruebe. Las ideas no pueden quedarse en el tintero; hay que sacarlas al mundo, aunque no estén perfectas. Solo así se aprende, se mejora y se construye algo real.
¿Habéis cerrado capital? ¿Importe, año e inversores?
A día de hoy no hemos cerrado ninguna ronda de inversión formal. Hemos autofinanciado el proyecto con recursos propios y con servicios de ingeniería a terceros, lo que nos ha permitido llegar hasta un prototipo funcional validado en campo.
En caso de estar en ronda, ¿cuánto capital estáis buscando y a donde iría destinado?
Actualmente estamos abriendo una ronda de entre 300.000 € y 400.000 €, dirigida a FFF, para cubrir la fase final de desarrollo, reforzar el equipo y empezar a fabricar las primeras unidades preindustriales. A partir de enero de 2026, abriremos una ronda más ambiciosa para construir una nave propia, industrializar el AG-X y escalar la producción hasta 100 unidades en los próximos 4-5 años.
Al Andalus Innovation Venture (AAIV25) celebrará su cuarta edición los días 24 y 25 de septiembre de 2025 en el Pabellón de la Navegación de Sevilla. El evento vuelve a contar con un apoyo sólido tanto de iniciativas públicas como privadas entre las que destacan la Junta de Andalucía como Main Partner, el Ayuntamiento de Sevilla como Gold Partner; el Gobierno de Aragón, el ICEX, la SETT, Trenlab, Renaiss AI y EIT Food como Silver Partner; la Junta de Castilla y León, Arcano, Santander Startups, ENISA, Santalucia Impulsa, Fundalogy y el CDTI como Bronze Partners; y Ayming, Aptki, INERCO, GOBO, el Gobierno de Estonia, BStartup, Garantia, Enagás Emprende, la ADA y el Clúster Andaluz del Hidrógeno Verde.