¿Qué es una startup y cómo funciona?

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¿Qué es una startup?

Basta con decir que la tecnología ha revolucionado muchos aspectos de nuestras sociedades y, sumergidos entonces en la era post-digital, los modelos de negocio también se han sumado a la innovación, así como a la velocidad de crecimiento que esta era les impone. Esta adaptación a nuestros tiempos por parte de las empresas se denomina startup, y ha llegado para quedarse.

La definición más concisa de startup hace referencia al mismo como una empresa emergente que busca el crecimiento acelerado de su emprendimiento a través de la tecnología, basándose en una propuesta de servicio o producto innovador. De tal modo que este tipo de empresa mantiene varios requerimientos básicos para definirse como tal: el uso de la tecnología para su desarrollo basado en la adaptabilidad, una idea innovadora que responda a cierta necesidad del mercado actual, la búsqueda de un crecimiento acelerado así como de un negocio escalable y repetible. Por lo que una startup, a causa de su intención de salir rápidamente al mercado, basando su estabilidad en no necesariamente altos recursos económicos, es un modelo de empresa emergente de alto riesgo e incertidumbre.

Algunos ejemplos de grandes empresas actuales que iniciaron como startups serían Netflix, Amazon e incluso Spotify. Son así plataformas que en la actualidad tienen un gran alcance y han creado nuevas necesidades en el mercado. Su crecimiento acelerado ha marcado la diferencia con respecto al modelo de empresa con el que se había trabajado de manera tradicional hasta entonces.

¿Cuál es la diferencia entre una startup y una pyme?

Si bien se entiende una pyme como una pequeña empresa tradicional, es decir, un emprendimiento que mantiene su objetivo en un modelo de negocio estable y sostenible a largo plazo, estas se caracterizan por tener un crecimiento orgánico a la hora de lanzarse al mercado. En cambio, una startup a través de su búsqueda de un rápido crecimiento en el mercado, y por ende una acelerada salida al mismo, se diferencia en gran medida de una pyme debido a la presencia de riesgo establecida en su modelo de negocio, así como en su intención a corto plazo. Es adecuado reconocer que una startup aspira a llegar a ser una empresa estable, pero con un inicio diferente a una pyme, son así maneras de iniciar un negocio pequeño con una meta de consolidación en común.

La inversión de una startup para posicionar su idea de servicio o producto es considerablemente menor a la de un modelo de empresa pequeño como lo es una pyme, estas salen al mercado tras la inversión considerable de una cifra de dinero. Las startups buscan rápidamente salir al mismo, porque su estrategia se basa en encontrar la financiación en este y posicionarse a través del uso de la tecnología quien le genera su estado constante de evolución, flexibilidad y adaptabilidad al mercado en curso.

El tipo de producto o servicio en el que se enfocan las startups ha de ser innovador y disruptivo, con el objetivo de cambiar el mercado, prácticamente un experimento. Por su parte, las pymes suelen centrarse en la mejora y consolidación de su modelo de negocio existente, buscando mantener una presencia estable y sostenible en el mercado, suelen así, tener una estructura organizativa más estable y jerarquizada, con una cultura empresarial más conservadora y orientada a la eficiencia y la rentabilidad a largo plazo.

El personal necesario y convencional de una pyme está basado en un porcentaje que va de la mano con sus ganancias, las cuales, por supuesto no es demasiado representativo en el mundo empresarial. A su vez, en una startup el nivel de personal contratado no equivale a las ganancias generadas por la empresa emergente, por consiguiente, estos negocios pueden tener un personal reducido y ser generadores de grandes ganancias.

 En pocas palabras, mientras que una pyme busca consolidarse en el mercado y mantener un modelo de negocio rentable y sostenible, una startup busca innovar y crecer rápidamente, con el objetivo de alcanzar una posición dominante en el mercado.

¿Qué se necesita para ser una startup?

A raíz de lo anteriormente dicho, los requerimientos para que una empresa emergente sea considerada una startup son varios. Entre ellos se encuentra la necesidad del planteamiento de una idea innovadora que sea planteada con base en las necesidades del mercado, satisfaciendo así una o varias de ellas. Como no basta con solo tener una idea, sino también con llevarla a la acción, así pues, el tener la capacidad de desarrollar y escalar dicha idea en un modelo de negocio viable y repetible. Es crucial tener una visión clara de cómo este producto será llevado al mercado y cómo se puede ganar espacio frente a la competencia existente. Esto implica un profundo conocimiento del mercado, de las tendencias y de las necesidades de los consumidores.

Para ser una startup es necesario contar con el financiamiento suficiente para llevar a cabo el desarrollo del servicio y para promocionarlo en el mercado. Esto puede incluir la obtención de inversión por parte de inversores externos, así como la utilización de métodos de financiamiento alternativos como el crowdfunding.

También es realmente importante tener un equipo de trabajo comprometido y competente, que cuente con habilidades y conocimientos técnicos necesarios para desarrollar y llevar al mercado el producto o servicio a través de la tecnología. La mayoría de las startups suelen estar lideradas por emprendedores ambiciosos y apasionados, que estén dispuestos a asumir riesgos y a trabajar duro para lograr el éxito.

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